sábado, 24 de septiembre de 2016

Los siete pecado capitales del periodismo

Si alguno ha tenido la curiosidad de leer la pestaña ¿Quién soy?, habrá descubierto que además de escribir este blog, soy periodista y escritora (en alma y en proyecto más que en papel). De esto se deriva que me fascina buscar el significado de palabras que no entiendo y tratar de usar un vocabulario tan completo como mi capacidad me permite. Hoy leyendo unos artículos sobre la lengua en nuestro país y el uso de ella por parte de medios de comunicación, me he encontrado con este texto. Creo que es lo suficientemente interesante como para compartirlo en este blog:

Los siete pecado capitales del periodismo

Los siete pecados capitales del periodismo Isaías Lafuente, de la cadena Ser, rememorando el catecismo, refirió los siete pecados capitales de los periodistas, añadiendo un octavo: la ignorancia. Y aún peor, "la doble ignorancia: ignorar que somos ignorantes". El pecado de la envidia consiste en copiar algo que nos parece genial y repetirlo sin analizarlo. "Hace seis décadas que el portero está bajo los palos, cuando en realidad está bajo un solo palo o bien entre los palos".

El pecado de gula consiste en "comernos los signos de puntuación, emplear un mismo verbo donde antes empleábamos diez (son los verbos comodín, como realizar, apostar, comentar...) y devorar los artículos (en Moncloa en lugar de en la Moncloa)". La avaricia es el pecado "contrario al anterior, consistente en acumular palabras innecesarias", creando redundancias y pleonasmos: Hacienda pública, planes de futuro... 

Para Lafuente, la lujuria es "coquetear con palabras de otras lenguas" y la soberbia es "creernos infalibles, maestros de la palabra". Aún la pereza: asumir el lenguaje de ETA y hacerlo propio sin cuestionarlo (acciones en lugar de atentados, lucha armada en lugar de guerra), y otros eufemismos como daños colaterales, ingeniería financiera o copago sanitario, que en realidad es un sobrepago, porque la sanidad pública también la pagamos los ciudadanos con nuestros impuestos. Y el séptimo, la ira, que es "lo que provocamos en nuestros lectores cada vez que destrozamos nuestro lenguaje".

Magí Camps.Los periodistas ¿son maestros de la lengua?. La Vanguardia, 6 Junio 2010. 

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