jueves, 3 de agosto de 2017

Las troyanas #Reseña

El teatro es mi otra pasión. Desde que en mi época de instituto me apunté a un grupo de teatro y me pasé cinco años haciendo teatro clásico siempre le he tenido un cariño especial por que sé lo duro que es, lo que cuesta estar ahí sabiendo que tantos ojos están pendientes de ti, acordarte del texto, que te lo sabes mejor que tu nombre, pero por si acaso, las posiciones, los compañeros. En el teatro todo está medido y si hablamos de teatro clásico más aún. Una de las características del teatro clásico es el uso del coro, mujeres u hombres que recitan su texto al unisono, es impresionante ver a doce personas recitando, entonando y respirando a la vez y que su voz sea solo una. Todo es tensión, todo es sentimiento. Me encanta el teatro y siempre que puedo lo disfruto.
Hay más características que lo definen, por supuesto, pero creo que el coro es la más impresionante de todas.

La primera obra que hice fue "Las troyanas" de Euripedes, y claro, cuando vi que se representaba una versión en el  festival Grec de Barcelona ... me lancé como una loca a por la entrada.
Debo confesar, por otra parte, que no soy muy fan de ir a ver teatro clásico, en mi grupo el teatro se hacía de manera muy purista, el vestuario, la escenografía, el texto y no me gusta cuando se modernizan esas cosas, no me gusta cuando le ponen pantalones vaqueros a una griega o cuando Hécules dice: "qué pasa tío". Por eso fui con cierto miedo, esperando no llevarme un chasco tremendo ya que había leído que la adaptación había modificado personajes, eliminado unos, añadido otros... pero era "Las troyanas", así que para adelante y a disfrutar y disfruté, mucho
La escenografía sencilla, pero muy significativa, esa T tumbada, Troya caída sobre el escenario. El vestuario...bueno... mejor no decir nada, al menos no iban en vaqueros, aunque Taltibio (Ernesto Alterio) llevara traje de chaqueta. Las actrices soberbias y el texto, debo reconocer que es una buena adaptación, incluso pude recitar algunas frases que aún recordaba.

Sinopsis:
Las troyanas nos cuenta la historia de las mujeres de Troya justo después de que los Griegos hayan declarado suya la victoria. Después de diez años sitiando la ciudad no ven otra salida que urdir una estratagema para poder traspasar los muros, un gran caballo de madera ofrecido como regalo y del que sale la muerte durante la noche. El ejercito Griego asesina a todos los hombres y niños varones, sobreviviendo solo las mujeres a las que se echarán a suertes como botín.
Entre estas mujeres se encuentra Hécuba (Aitana Sanchez Gijón), su hija Casandra, Andrómaca su nuera, Briseida y Helena la causante de todos los males de Troya.
Todas ellas esperarán juntas su destino, se animaran las unas a las otras conforme sus desdichas van saliendo a la luz. Hay una frase muy bonita que pronuncia el coro cuando Andrómaca llora sus desgracias: "Eres princesa, más somos semejantes tuyas, pintando tu desgracia haces sentir mejor la nuestra". Todas una. Tratando de sobrellevar la tragedia de haber quedado viudas, huerfanas, sin hermanos ni hijos en un solo día, el último día feliz.

Esta obra es una de las tragedias más trágicas que puede existir ya que podemos traerla a nuestros días sin mucho trabajo y eso debió de pensar el director, Alberto Conejero, cuando decidió proyectar las imágenes de Siria y los bombardeos sobre las ciudades y también imágenes de los refugiados, para que el público presente pueda sentir mucho más cercano el pesar de las protagonistas. El motivo de la guerra, de cualquier guerra es lo menos importante, lo peor son las vidas perdidas, el sufrimiento cometido y en el caso de las protagonistas aún peor debido a la época, y a que van recibiendo las noticias de su futuro de la mano de un soldado griego. Deberán esperar para escuchar que serán esposas de nuevos maridos o sirvientas de la mujer del que mató a su familia. La tensión va creciendo por momentos según cada una va recibiendo su suerte. 
Si algo me gustó es que a pesar de no haber coro todas las protagonistas estuvieron en escena durante toda la obra, siendo ellas mismas actrices individuales y coro a la vez. Sus movimientos eran claramente un homenaje a los coros antiguos. El personaje de Polixena que aparece en el texto original únicamente mencionado en este caso está siempre en escena, en segundo plano, Alba Flores tiene un gran peso en toda la escenografía de la obra ya que con sus movimientos lentos y armoniosos es capaz de estar y a la vez no estar como el fantasma que representa. Además ella recita el estásimo de "el último día feliz", que es uno de los más bonitos de toda la obra. Me resultó especialmente interesante que un personaje que no aparece en el texto original sea el que más me gustó. Además Alba Flores tiene una presencia impecable en el escenario.
Cómo pega solo puedo poner el principio y el final, cuando el personaje de Taltibio habla de el mismo como si viviera en tiempo presente, hablando de una guerra que sucedió hace miles de años, cuando hizo una mención sobre viajar en "metro" me sacó totalmente de la magia de la obra. Entiendo que la idea era sensibilizar y utilizar el tema de los refugiados para que el público se metiera más en el drama, por que realmente las troyanas acabaron siendo mujeres sin patria, pero me parece un juego muy sencillo, teniendo la maravilla de texto, con las connotaciones, con la magia, caer en esa necesidad de acercar al público con la modernidad me parece incluso una ofensa a la inteligencia del que está viendo la obra.


Por lo demás solo os puedo decir que si tenéis la oportunidad que la disfrutéis por que vale mucho la pena, por que las actrices lo bordan, por que la escenografía es fina y bonita. Por que realmente recuerda a lo que es, teatro clásico. Y por que el teatro siempre vale la pena.

pd.- la segunda imagen es del teatro de Merida no del de Barcelona, obviamente.



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