jueves, 10 de mayo de 2018

Memorias de un amigo imaginario #reseña


Memorias de un amigo imaginario
Matthew Dicks
Ed: Nube de tinta
 Páginas: 428



Querido lector: 

La novela que tienes en tus manos es especial, como Max. 

La novela que tienes en tus manos es única, como Max. 

La novela que tienes en tus manos es valiente, como Max. 

Max sólo tiene ocho años y no es como los demás niños.
Él vive para adentro y cuanto menos le molesten, mucho mejor. No le gustan los cambios, las sorpresas, los ruidos, que lo toquen ni que le hagan hablar por hablar. Si alguien le preguntara cuándo es más feliz, seguro que diría que jugando con sus legos y planeando batallas entre ejércitos enemigos. Max no tiene amigos, porque nadie lo entiende y todos, hasta los profesores y sus propios padres, quieren que sea de otra manera. Sólo me tiene a mí, que soy su amigo desde hace cinco años. Ahora sé que Max corre un gran peligro y sólo yo lo puedo ayudar. El problema es que Max es el único que puede verme y oírme. Tengo mucho miedo por él, y sobre todo por mí. Los padres de Max dicen que soy un "amigo imaginario". Espero que a estas alturas tengas claro que no soy imaginario. 

Hasta hace unos meses no sabía de la existencia de este libro, pero al ver una recomendación en booktube no pude parar hasta hacerme con él, y aunque la sinopsis me atraía mucho, tenía dudas sobre si iba a ser una lectura demasiado infantil. Era muy posible que esta novela y yo nos tuviéramos que haber encontrado mucho antes: las expectativas eran una cima demasiado alta y la desilusión, un suelo muy árido con una caída más que dolorosa. 

¿Me creéis si os digo que estas dudas se disiparon al leer las cuatro primeras páginas? 

No me arrepiento ni por un instante de haber hecho esta lectura, y menos aun de haber comprado el libro, el cual está lleno de post-its a los que estoy segura que voy a recurrir en más de una ocasión. 

Matthew Dicks consigue, mediante una narrativa sencilla y delicada, que el lector se introduzca de lleno tanto en el mundo de Max como en el de los amigos imaginarios, empatice con ellos y les coja un cariño especial. 

Los universos están muy bienconstruidos y entrelazados entre sí, al igual que la trama, lo que permiteal lector avanzar a través de ellas sin cuestionar ninguna de las leyes naturales que plantea el autor. 

Dicho esto, si tuviera que destacar una cosa de esta novela, sería sin lugar a dudasla inocencia y la entrañabilidad con la que está escrita de principio a fin, como si fuera un niño el que la contara. 

Solo me queda añadir que para mí, este es uno de esos libros que cada vez que se lee,se descubre una enseñanza nueva, y que puede ser leído tanto por niños como por adultos, ya que ambos van a disfrutarlo por igual aunque la lectura que hagan de él sea completamente diferente. 

Por último, hay algunas frases que me han marcado y que me encantaría compartir con vosotros, para que disipéis cualquier posible duda que os quede sobre si leer el libro o no. 

“Estoy atado a Max de la misma manera que un astronauta está atado a la nave espacial con tubos y cables. Si la nave espacial estalla y el astronauta muere, no quiere decir que sea imaginario. Solo que ha sido desconectado de la máquina que le hacía vivir.” 

“No –respondo–. Solo quiere decir que pertenecemos a una realidad distinta. Una realidad que los mayores no entienden, por eso dicen que somos imaginarios.”

“Se quedan sentados en silencio. Quizá sientan tanto dolor por dentro que la única forma de expresarlo sea no decir nada.” 

Contadme, ¿lo habéis leído?, ¿qué os ha parecido?, y si no ¿os apetece adentraros en el mundo de Max y Budo? 

Nos leemos en la siguiente entrada. 😊

Marta González 

1 comentario:

  1. Hola Cristina:

    No conocía el libro pero me parece todo ternura. Todos deberíamos aprender un poco de la ternura de los niños.

    Un besote

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